Ser elegido para impartir justicia es un honor y un privilegio, pero también conlleva una enorme responsabilidad acorde a sus méritos y experiencia. Como garantes de la Justicia, los magistrados participan activamente en el cumplimiento de la tutela del Estado de Derecho.
La solemnidad y tradición del preceptivo juramento o promesa y toma de posesión del cargo de presidentes de la Sala de lo Contencioso-Administrativo y de la Sala de lo Social, con sede en Santa Cruz de Tenerife, del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, así como el de presidenta de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife, que ha tenido lugar el pasado 25 de abril en la Sala de Vistas del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, en su sede de Santa Cruz de Tenerife, es un ejemplo de compromiso, lealtad y plena dedicación al servicio público de la Justicia.
Así lo conté en imágenes, como responsable de prensa del Ilustre Colegio de Procuradores de Santa Cruz de Tenerife.
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